Artículos de Divulgación Científica

martes, 24 de septiembre de 2024

 

Los Trastornos Mentales y Las Guerras: Nosología de los Trastornos.

 


 

 

 

 

 

Los Trastornos Mentales y Las Guerras.

 

 

Resumen.

 

Se realiza este artículo de divulgación científica con el objetivo de realizar una reflexión sobre las causas de las guerras, sus orígenes y motivos y las consecuencias en la salud mental en la población civil y militar.

No es mi intención de realizar una revisión histórica sistemática exhaustiva. Pero me ha llamado la atención al usar uno de los bancos de trabajos de carácter científico mayores de España como es DIALNET.

Se realiza búsqueda en DIALNET bajo las Hashtags de guerras# trastornos mentales por relevancia y aparecen 40 artículos y 13 tesis.

Se procede a la lectura de los mismos para realizar un “screening” o selección de los mismos. Se escogen 8 artículos y ningunas tesis relacionadas con el tema a tratar en este artículo. Esta circunstancia es debido a la existencia de artículos que no están relacionados con el tema que se trata y ninguna tesis.

La terminología nosológica psiquiátrica ha evolucionado debido a los eventos bélicos. Las clasificaciones nosológicas debido a las investigaciones psicológicas y al activismo social feminista contribuyeron a la nueva clasificación de los trastornos mentales.

Se concluye que no han existido “guerras religiosas” sino que las causas han sido meramente luchas de poder entre familias aristocráticas y con el surgimiento de las nacionalidades luchas de orígenes económicos y geopolíticas.

 

Abstract.


This scientific dissemination article is written with the aim of reflecting on the causes of wars, their origins and motives and the consequences on mental health in the civilian and military population.

It is not my intention to conduct an exhaustive systematic historical review. But it caught my attention when using one of the largest scientific work banks in Spain such as DIALNET.

A search was carried out in DIALNET under the Hashtags of wars # mental disorders for relevance and 40 articles and 13 theses appeared.

They are read to perform a “screening” or selection of them. 8 articles and no theses related to the topic to be discussed in this article are chosen. This circumstance is due to the existence of articles that are not related to the topic at hand and no thesis.

Psychiatric nosologically terminology has evolved due to war events. Nosologically classifications due to psychological research and feminist social activism contributed to the new classification of mental disorders.

It is concluded that there have not been “religious wars” but that the causes have been merely power struggles between aristocratic families and with the emergence of nationalities, struggles of economic and geopolitical origins.

 

Introducción.

 

El continente viejo, Europa, ha sido el escenario de múltiples guerras, conflictos, revueltas populares y revoluciones.

Estas revueltas sociales han trascendido a otros confines como formas de poder y naturalmente a otros continentes.

En este artículo, no es mi intención de realizar un análisis pormenorizado histórico. Sino mi intención es que no han existido guerras religiosas entre estados sino intereses de grupos de poder de estado.

La guerra de los cien años azotó a Europa un largo período de tiempo, interrumpido por períodos de paz entre Inglaterra y Francia. Los lazos entre ambas regiones se debieron a la ruptura del orden feudal incapaz de responder a las nuevas exigencias de los nuevos tiempos y su sustitución por un nuevo orden nacional caracterizado por el desarrollo de las sociedades.

En el caso de la Guerra de los Cien Años, podemos establecer como factores desencadenantes a la debilidad y ruptura de los lazos entre las familias de ambas regiones que estuvieron largamente muy unidos y la transformación de la conciencia social en la idea de “conciencia nacional” y el diferente sistema de gobierno.

Podemos establecer, como origen del conflicto en la circunstancia, que el rey de Francia con su vasallo más importante, el Duque de Aquitania, que era a su vez rey de Inglaterra y sucesor a la corona de Francia (llmand, 1990, pág. 26).Se establecía una incongruencia imposible de salvar bajo una conciencia feudalista el hecho de ser rey y al mismo tiempo vasallo.

Este hecho, aconteció una concatenación de guerras y luchas de poder por territorios entre una sociedad más polarizada entre partidarios ingleses, cada vez más numeroso y los partidarios franceses.

Se estableció no solamente una pugna de lucha entre dos territorios sino entre dos sistemas jurídicos distintos. El derecho consuetudinario y la independencia local mientras que en la zona de Francia imperaba el centralismo y el derecho romano.

Otra interpretación del origen de la “Guerra de los Cien Años” como un conflicto civil entre territorios que no solamente habría que sumar los territorios de Aquitania y Normandía, sino que habría que sumar los territorios de Bretaña y Borgoña, en los siglos XIV y XV.

Por un lado, se afianzaba el estado francés con su administración central y su ejército, su presupuesto y su monarquía. De esta manera, se forjaba la idea de una Francia como una unidad territorial y geográfica con una capital en París.

Por otro lado, estaban los príncipes que se querían independizar territorialmente y legalmente de la corona.

Otra interpretación, era que Francia necesitaba las costas no solamente de Aquitania y Normandía sino también de Bretaña y Flandes. Estas costas y puertos marítimos eran esenciales, no solamente con fines militares sino también para establecer rutas marítimas comerciales. Aquitania era una zona marítima que establecía un importante comercio de vino, Flandes era una importante zona textil que utilizaba lana inglesa.

 Aunque, a partir del siglo XIV se manufacturaba más lana textil en Inglaterra, Eduardo I exigía impuestos en la mercancía que entraba como en la que salía. Por tanto, era de vital importancia para las arcas inglesas mantener esas regiones bajo la corona a pesar de tener otras regiones de ultramar.

En 1378, se produjo un gran cisma eclesiástico, se eligieron dos Papas. La iglesia de Occidente se dividió en dos centros geográficos en Roma y en Aviñón.

 Las monarquías europeas, las órdenes religiosas, las universidades que tenían una gran influencia política y religiosa quedaron divididas en dos bandos:

-        Urbano VI (1378-1389) y sus sucesores, Bonifacio IX (1389-1404), Inocencio VII (1404-1406) y Gregorio XII (1406-1427), con sede en Roma. Fueron reconocidos por Italia, Alemania, Europa Oriental e Inglaterra.

 

-       Clemente VII (1378-1394) y Benedicto XIII (1394-1417), instalados en Aviñón, fueron apoyados por Francia, Escocia, los reinos de la Península ibérica y Nápoles.

 

 

-       Alejandro V (1409-1410) y Juan XXIII (1410-1415) elegidos a partir del Concilio de Pisa que pretendió resolver el problema del cisma.

Hay que resaltar que el gran cisma de occidente fue el abandono o el paso del teocentrismo medieval al antropocentrismo, el paso de la Edad medieval a la Edad moderna (Enciclopedia Iberoamericana, 2024).

Este hecho, como los anteriores tratados solamente, contribuyó a tener una conciencia más nacionalista y a polarizar más la situación sobre la guerra (llmand, 1990, pág. 46).

Podemos establecer que la finalización de “La Guerra de los Cien Años” con los tratados de Brétigny (1360) calificado como la gran paz y el de Troyes (1420) como “la paz definitiva” porque Enrique V de Inglaterra heredaría el reino de Francia a la muerte de Carlos VI.

No obstante, tenemos que resaltar que el Tratado Anglo- Portugués (1373) que firmó el rey Eduardo III y los reyes Fernando I y Leonor de Portugal, vigente hasta los días de hoy, fue producto de las continuas luchas de poder entre las distintas casas reales y ducados de Europa cuyos intereses encontrados se ampliaron hasta la península ibérica.

La guerra de los “Treinta años” se produjo entre los años 1618-1648 con la paz de Wesfalia. La intervención del reino suevo en Alemania hace pensar que no fue una guerra religiosa entre protestantes y católicos.

Todo lo contrario, fue una intervención militar, en una guerra aparentemente civil en el Imperio Sacro Alemán, para dar seguridad al reino suevo después de que la nobleza sueca se separase de la Unión Kalmar (la unión de Noruega, Dinamarca y Suecia creada por la ascensión de Margarita I a los tronos de los tres reinos).

Debido al colapso de los Caballeros de Livonia, actualmente Lituania, en su cruzada hacia Europa del Este, dio una oportunidad al reino suevo de escapar de los gremios alemanes o “hanseáticos” que constituían una Liga de ciudades que ostentaban todo el comercio con Rusia, Hungría y la mayor parte de Europa Oriental.

Además, cuando los Caballeros de Livonia (actualmente Lituania) colapsaron en su cruzada, la ciudad de Reval (actualmente Tallin, capital de Estonia) se ofreció ponerse bajo la protección del reino suevo (1560) para no convertirse ni en región polaca ni rusa o danesa.

Estos hechos condujeron a guerras intermitentes de más de 160 años entre el reino suevo contra Rusia y Polonia. Pero sirvió a Suecia su primera región anexionada y el control del comercio del mar Báltico (Davis, 2017).

Se estima que la guerra de los Treinta Años dejó unos ocho millones de muertos debido a las batallas intermitentes, a las hambrunas, y a las plagas de enfermedades. Fue, sin duda, una de las guerras más violentas y donde el empleo de armas de fuego fue crucial.

Podemos destacar el término de “guerra total” a las dos guerras presentadas. Muy difícilmente se pondrán los expertos historiadores militares si no se ponen de acuerdo en definir y limitar el concepto de “guerra total” (Wilson).

Creo que este concepto sería mejor aplicado a la primera guerra mundial y a la segunda sin que por ello no encontremos dificultades de aplicarlo. Entendiendo el concepto de guerra total como aquel conflicto de guerra armado donde se den las siguientes circunstancias:

1º Movilización directa de los recursos humanos al servicio obligatorio militar.

2º Objetivo de destrucción total del enemigo.

3º La unión de los ámbitos civiles con los militares.

Tanto las guerras de los treinta años como la guerra de los cien años, no fueron causadas por guerras religiosas sino por intereses monárquicos y de las clases nobles. Así, como de establecer nuevas tierras anexionadas y consolidar rutas comerciales que dejaran enormes beneficios para sus gobernantes.

También, cabe resaltar que el Estado Pontificio antes y después del cisma papal y mediante su trabajo de mediación entre los nobles en contiendas de origen de luchas de poder y de favoritismos, vio incrementado su poder de dominancia y poder económico y político.

Podemos establecer, que fue el protestantismo (calvinismo) y su ética ascética precursor del capitalismo y el establecimiento de una clase burguesa adinerada fuera de los límites de las fauces medievales hasta la llegada de la primera revolución industrial y la segunda (Weber, 1904 y 1905).

Este hecho, no surgiría en España hasta muy entrado en el siglo XIX después de la nefasta monarquía absolutista de Fardando VII y la segunda enmienda de la Inquisición. Ésta, produjo la huida de ilustrados como el militar e ingeniero Agustín de Bethencourt y Molina nacido en Puerto de La Cruz, Tenerife. Precursor de la radio, de la telegrafía y de la termodinámica. Como arquitecto, supervisó los planes urbanísticos de la construcción de San Petersburgo y de otras ciudades rusas como  KronstadtNiz y Nóvgorod.

Otro personaje singular, fue el español y catalán nacido en Nápoles (1749) que participó en la  Guerra de Sucesión Española y fundó la ciudad de Odesa bajo  Catalina la Grande, emperatriz de Rusia.

La primera Guerra Mundial o también denominada la Gran Guerra se originó el 28 de julio de 1914 en ocasión del atentado y muerte que sufrió el Archiduque del Imperio Austro-Húngaro, Francisco Fernando el 28 de junio de 1914 en Sarajevo.

La causa del atentado es debido a los sentimientos nacionalistas cuyos antecedentes precursores se remontan al siglo XV, aunque el concepto de estado nación se mencionan a partir del siglo XVII, como región con cultura e identidad propia.

El atentado fue perpetrado por un grupo de nacionalistas cuyo ejecutor fue el joven Gavrilo Princip. Su intención era crear un estado con los pueblos eslavos del sur de los Balcanes, Yugoeslavia (Blackburn, 2023).

Se estima que la Gran Guerra dejó alrededor de 10 millones de muertos y 20 millones de heridos en las sangrientas batallas libradas durante los cuatro años de contiendas.

Los desplazamientos de la población civil que también fue víctima de los horrores propios de la guerra, fueron entre 5 y 10 millones de víctimas civiles. Se incluye aquí los cerca de 2 millones de armenios asesinados en el llamado Genocidio Armenio.

Estas cifras se aumentan con la famosa pandemia de la mal llamada “Gripe Española” (Heredia Delgado, 2021). Además, se produjeron más de 10 millones de refugiados, unos 6 millones de prisioneros, dejó 3 millones de viudas y unos 6 millones de huérfanos.

Se estima que Europa pasó de 192 millones de 1870 a 239 millones en 1900 sin contar a Rusia cuya población se estima que estuviera en torno a los 112 millones de habitantes (Nature, 1910).

Este enfrentamiento mundial se produjo entre dos alianzas; la Triple Entente formada por Inglaterra, Francia y Rusia donde las dos primeras naciones tenían concertado la Entente Cordial franco-inglesa (1904) y que Rusia entraría en 1907 gracias a la buena diplomacia francesa (Aldonate, 2017).Y la Alianza formada por; Alemania, Austria-Hungría y el Imperio Otomano. Posteriormente, se unió EE. UU en 1917 con el presidente demócrata Woodrow Wilson tras el hundimiento del transatlántico El Lusitania frente a las costas irlandesas el 1 de mayo de 1915.

Fue en la guerra de 1904-1905 entre Rusia y Japón cuando empezó a intervenir la psiquiatría en el mismo frente de batalla. Las razones se fundamentaban en dos:

1º La lejanía de los hospitales ubicados en la retaguardia. A más de 600 kilómetros y a 30 días de Moscú.

2º Y la segunda, la más importante, es que se podían atender a los heridos más leves en el mismo frente para seguir el combate y evacuar a los más graves.

Esta medida fue un revulsivo para la época y una medida pionera. No solamente por la medida en sí sino por los primeros diagnósticos constatados de las secuelas psicológicas de los combatientes tanto en las tropas como en la oficialidad de las mismas.

 

 

Los Trastornos Mentales en las Tropas.

 

Las consecuencias o repercusiones en la salud mental eran conocidas desde la antigüedad. Heródoto desde una perspectiva de su óptica basada en su experiencia observativa propia y en las manifestaciones de testigos presenciales o de manifestaciones de “oídas” de personas que habían escuchado de otras personas que habían combatido en batallas armadas y de textos diversos.

Fue muy parodiado por Aristóteles por fabulista debido a que no se centraba en los orígenes o causas de las guerras y por su carácter partidista “proateniense” y “antipeloponésico” por Plutarco.

Sin embargo, desde las batallas bélicas de “Maratón” y de las batallas napoleónicas ya se describían signos después del combate en las tropas de los contendientes con el llamado síndrome de vent du boulet o viento de bala de cañón.

Esta sensación provocaba en los soldados que experimentaran un estado de estupor, de pasmo total de no dar ninguna respuesta inmediata y de muy difícil salir de este estado a no ser de recibir una estimulación física muy vigorosa.

Los soldados padecen, rigidez y sin habla; incapaces de pronunciar palabra alguna. Parece que se encuentran conscientes con los ojos abiertos y pueden seguir objetos circundantes.

La nomenclatura que se usaba dependiendo la historia de guerras acontecidas en Europa y Asia es muy diversa y variada. Se empleaban términos como El “síndrome del salmón” para describir el desgaste del soldado de primera línea de combate, síndrome de vent du boulet, los médicos psiquiatras ingleses lo denominaban el “Shell-Shock”.

Todas estas terminologías se referían para establecer y describir los mismos signos de un mismo estado en su grado máximo y en grados menores.

Podemos establecer el diagnóstico más pormenorizado y mejor detallado en la psiquiatría rusa.

En la revista española de 1907 de Sanidad Española y la Medicina Militar Española en su número 12, en Madrid el 15 de junio de 1907, se publica las declaraciones del Dr. Hognimang en el primer Congreso de Medicina Interna de Wiesbaden la “Neurosis de Guerra” que padecían los oficiales rusos que habían sido heridos en el combate pero que habían enfermados del sistema nervioso (Word Press.com, 2015).

Las formas clínicas descritas por los psiquiatras médicos rusos más comunes fueron:


·        ·  Neurastenias de carácter histérico. Se caracteriza por cambios psíquicos y alteraciones emocionales que pueden ir acompañadas de convulsiones, parálisis y sofocaciones.


·    Hipocondría, se caracteriza fundamentalmente por la creencia excesiva de padecer una enfermedad o trastorno sin que se haya detectado. Sin embargo, podemos establecer que muchos oficiales padecían lo que actualmente se llama una “Neurosis Hipocondriaca”.

Se caracteriza por cefaleas, dolor abdominal o problemas digestivos, astenia (falta de energías, apatía, falta de iniciativa).


·         Monoplejía Histérica, es la afectación a un miembro de las extremidades normalmente del brazo o de la pierna, aunque también pueden afectar a los brazos y piernas y por eso pueden cambiar de nomenclatura.


·        Hiperestesias, se caracterizan por una distorsión perceptiva sensorial caracterizada en un aumento de las sensaciones anormalmente exageradas, pero que el paciente las recibe y las experimenta de forma exagerada. Pueden ser táctiles, auditivas, olorosas, visuales a la intensidad de luz.


·         Hemianastésias, pérdidas de sensación o sensibilidad en la mitad lateral del cuerpo.

 

Estas condolencias eran las más comunes pero lo que más llamó a la atención fueron el gran número de oficiales rusos que padecían de “Neurosis Obsesiva”.

 

Este término acuñado por Sigmund Freud, se caracteriza porque el paciente tiene pensamientos obsesivos que desencadenan en comportamientos obsesivos y repetitivos que irrumpen de forma inconsciente alterando y perjudicando la salud de la persona que lo padece.

 

Normalmente, está asociado a un estado de altas tensiones psíquicas que la persona que las padece realiza auténticos movimientos repetitivos y rituales para alejar su malestar debido a sus pensamientos constantes y obsesivos, generalmente de carácter catastróficos. Hoy en día se le llama a este tipo de trastornos, Trastorno Obsesivo Compulsivo.

 

Los síntomas de las Neurosis Obsesiva son:

·         Aparición de pensamientos constantes que generan angustia.

·         La persona tiende a actuar de forma impulsiva, aunque no quiera en realidad.

·         La persona tiende a realizar rituales o acciones de carácter repetitivo.

·         Tendencia a desarrollar psicastenia, caracterizada por el desarrollo de fobias, obsesiones, dudas y escrúpulos, ansiedad por la propia integridad física, sentimientos de impotencia…

·         El resultado es la incapacidad de decisión, y de elección no teniendo un comportamiento coherente.

 

Dentro del campo de la psiquiatría militar EE. UU fue un desastre porque no aprendieron de la sintomatología que padecían las tropas de la primera línea de combate durante la primera guerra mundial y porque no se podía prever del comportamiento de los reclutas en el campo de batalla (Liuba Yamila Peña Galbán, 2007).

 

El término de Shell- Shock se vio desplazado por el de “neurosis de guerra” o “fatiga de batalla”, este último término provenía de la guerra civil. Hacía referencia a dolor en el pecho, falta de aire, aceleración de las pulsaciones que se convertían en palpitaciones y fatiga.

 

Se la clasificaba en tres grados. Leve que era la incapacitación más común en las tropas de combate, dramática que era un estado de transición en las primeras operaciones de combate y el síndrome del viejo sargento, caracterizado por un desgaste físico y psicológico que se producía después de meses en combate.

 

Otro término empleado por la enfermería y los psiquiatras médicos estadounidenses era el término de “broke emotionally” o “roto emocionalmente”. La sintomatología de este trastorno se caracterizaba por trastornos del sueño, sobresaltos ante movimientos repentinos o bruscos, además de fatiga y malestares físicos leves.

 

La enfermera del Army Corps, Virgene Kallemeyn, manifestaba que algunos de sus pacientes tenían dos piernas y dos brazos, pero son inútiles porque no tienen sus mentes.

 

Otro concepto nosológico que se usó en la segunda guerra mundial fue el término Lack of Moral Fibre (LMF) o “Falta de Fibra Moral”, que fue diagnosticado a miles de soldados.

 

Este término fue introducido por los militares estadounidenses en contraoposición al “Shell-Shock” que derivó más tarde al término nosológico de “neurosis de guerra” con la diferencia que los militares que estaban etiquetados con el término LMF no cobraban pensión alguna, hasta se le podían imputar el término de cobardía.

 

La magnitud de la segunda guerra mundial fue de tal intensidad que los departamentos médicos y militares se vieron desbordados hasta tal punto que las bajas médicas psiquiátricas superaron en cifras a los soldados reclutados.

 

La convergencia de la investigación farmacológica con la industria se vio incrementada y beneficiada por la introducción de la penicilina, las sulfamidas y las anfetaminas.

 

Las Fuerzas Armadas de EE. UU empleaban el amobarbital sódico para tratar la neurosis de guerra como intento para que las tropas fueran enviadas al combate en el menor tiempo posible.

 

Desde el comienzo de la primera guerra mundial hasta la finalización de la segunda guerra mundial existe un período de unos treinta años, “conflagración bélica de los treinta años” como denominó el General de Gaulle a este período.

 

Y comenzó un nuevo período denominado la “Guerra Fría” con períodos bélicos fuera de Europa. Las guerras de Corea y del Vietnam fueron el escenario de nuevas estrategias militares, empleo de nuevas armas y de nuevas prácticas médicas. Además, las mujeres tuvieron un papel más importante en el frente de batalla más allá de la retaguardia en los servicios hospitalarios.

 

La terminología médica y psiquiátrica fue evolucionando al igual que los diagnósticos porque no se trataban de alteraciones orgánicas sino psicológicas. El empleo de términos de ansiedad no era suficiente para mandar a un soldado a su casa “Go Home” porque lo volverían a mandar al frente.

 

El empleo de drogas era una cuestión normalizada y se consumía marihuana en cigarrillos con las etiquetas estampadas de cigarrillos que estaban de moda como “Lucky Strike”. Otros fármacos o drogas fueron el opio y la heroína que servían para fugarse o obnubilarse de la realidad cruel de la guerra.

 

No obstante, el uso de drogas o determinados fármacos sirvió para aumentar la resistencia física de los reclutas y soldados, se reducía la sensación de dolor, disminuía el estrés y aminoraba el miedo en el combatiente.

 

Tras la derrota de la guerra del Vietnam y la vuelta de las tropas yanquis a sus casas surgió un movimiento psiquiátrico antibelicista contra el gobierno que no solamente buscaban una compensación económica sino una ayuda médica a sus lesiones físicas y psicológicas. Se formuló un nuevo concepto nosológico de diagnóstico denominado “Síndrome del Vietnam”.

 

 De forma paralela, se unió el movimiento feminista para denunciar la violencia que ejercía el hombre contra la mujer en lo que se denominó “rape trauma síndrome” o “síndrome de trauma por violación”.

 

 Estos dos movimientos terminaron por unirse y bajo el mandato del presidente americano Gerald Ford mencionó su célebre frase: “Go Home Boys”. Se firmó el acuerdo de paz sobre el Vietnam en París el día 27 de enero de 1973.Fueron las negociaciones más largas del siglo XX y se llegó al acuerdo de elecciones libres para unificar el Vietnam, aunque ambos bandos no las querían.

 

Por otra parte, la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) y debido a los trabajos de investigación de Robert Jay Lifton, conocido este último por su trabajo en el daño psicológico causado por Hiroshima logró impulsar el proceso de medicalización y la APA en 1980 introdujo en el Manual de Diagnóstico Estadístico un nuevo concepto nosológico denominado Trastorno de Estrés Traumático en el DSMIII.

 

Metodología.

 

La metodología que se sigue ha sido la búsqueda de artículos en la base de datos de DIALNET. Se realizó por relevancia utilizando las palabras claves de “guerras” y “trastornos mentales”. Se encontraron 40 artículos y 13 tesis.

Se procede a la lectura de los mismos para realizar un “screening” o selección de los mismos. Se escogen 8 artículos y ningunas tesis relacionadas con el tema a tratar en este artículo.

Esta circunstancia es debido a la existencia de artículos que no están relacionados con el tema que se trata y ninguna tesis.

Además, se realiza búsqueda en internet mediante artículos relacionados con los objetivos propuestos para la confección y divulgación de este artículo.

 

 

Las Emociones más Sentida en las Tropas y en los Civiles.


Paul Ekman (1972) retomó los estudios de su predecesor Charles Darwin de finales del siglo XIX.

En su obra: La expresión de las emociones en los animales y en el hombre (1872), se recoge un estudio sistemático de más de treinta años. Recoge y reconoce que las personas de diferentes culturas y los animales domésticos como salvajes comparten y expresan emociones.

En su obra mantiene dos ideas fundamentales que las emociones son:

1º Innatas y Universales.

2º Son producto de nuestra evolución.

Para Charles Darwin, “No son los más fuertes de la especie los que sobreviven, ni los más inteligentes. Sobreviven los más flexibles y adaptables al cambio”.

Paul Ekman, en su estudio transcultural (1972), definió seis emociones básicas: ira, asco, miedo, alegría, tristeza y sorpresa. Estas emociones deben ser muy importantes porque son las que nos permiten la construcción de nuestro psiquismo.

Las dos emociones más compartidas y sentidas en tiempos de guerra tanto por la población civil como por las tropas tienen que ser: el miedo y la ira.

La emoción del miedo es la emoción que se desarrolla de forma involuntaria y ajena al control de los sujetos debido al desarrollo de un hecho, acto, o estímulo que se está desarrollando o que se puede desarrollar.

Las reacciones fisiológicas son: respiración acelerada, aumento del ritmo cardíaco y la presión sanguínea, pupilas dilatadas, sudoración, liberación de hormonas como la adrenalina y el cortisol.

Cuando el estresor es muy alto para la percepción del individuo (pánico) suele acompañarse de palidez en el rostro de la cara, temblor de piernas y manos y hasta incluso lo que los médicos del frente denominaban congelación de movimientos de las extremidades.

Sin embargo, la emoción de la ira se desarrolla como un proceso vigorizante caracterizado por afectos negativos centrados en la atención del agente causante que comprometen nuestra integridad física o a nuestra imagen.

Se caracteriza por una elevación del ritmo cardíaco y de la tensión arterial, se suda, se tensan los músculos preparándose para realizar un ejercicio que necesita el empleo de una gran carga energética, los individuos que la padecen ven en sus rostros enrojecidos.

Y una elevación de adrenalina y la noradrenalina. Al mismo tiempo, se produce una disminución de la serótina y de la vasopresina que aumenta la presión sanguínea y reduce la presión periférica (me pinchas y suelto sangre)

La población civil en toda contienda bélica sufre los estragos de los conflictos a través de sentimientos muy diversos. Generalmente, son las mujeres y la población infantil las que más sufren y son más vulnerables.

En la guerra de invasión en Iraq movidos no por otros ánimos de encontrar armas químicas de destrucción masiva sino por motivos de intereses petrolíferos y sus sanciones económicas y de proteger las rutas comerciales a los intereses de EE. UU y del Reino Unido fueron las mujeres y las niñas las mayores víctimas después de la invasión.

Los grupos religiosos Chiíes en connivencia con los países invasores se dieron órdenes que los barberos no recortaran las barbas a los hombres. Las mujeres tenían la obligación de cubrirse la cabeza y de usar vestimenta tradicional religiosa, tenían que dejar de trabajar y de ostentar cargos públicos y políticos.

Se dio la circunstancia que durante los bombardeos iniciales a la invasión las mujeres abortaban de forma espontánea o morían durante el parto debido al terror que padecían. Y después, de la invasión vino la discriminación sistemática y las violaciones como los matrimonios concertados con niñas menores de edad.

En la guerra de Bosnia y después en el conflicto de Ruanda se usó como arma sistemática la violación de mujeres y niñas como el rapto de menores varones para la guerra.

Los sentimientos y emociones que padecen la población civil como en las tropas suelen ser: “obnubilación cognitiva” caracterizado por confusión, desorientación en el tiempo, dificultad para tomar decisiones y lentitud del pensamiento.

También, se ha observado otro fenómeno de “adormecimiento psíquico”, estado caracterizado por tener un sentimiento de desinterés, pobre respuesta afectiva y sensación de distanciamiento de los demás, trastornos de ansiedad, depresión, angustia, sentimientos de odio, desolación, infelicidad y trastorno de estrés postraumático (Liuba Yamila Peña Galbán, 2007).


 

Discusión.

 

Los términos de guerra total se han especificado en el apartado de introducción. Resulta muy difícil el hecho de aplicarlo a las guerras de los cien años y a la de los treinta años. No obstante, lo podríamos aplicar a las dos primeras guerras mundiales.

Hoy en día, se habla de “guerra híbrida”, entendiendo como un país o nación recurre al conflicto armado contra otro país o contra otro ente no estatal para causarle daño u obligarlo a pactar.

Para ello, se vale no solamente de usar la fuerza de sus armas sino también de usar otras formas de violencia con la intención siempre de causar daño en el opositor o contrario como: difusión de información falsa, ataques informáticos, sanciones económicas, creación de formaciones paraestatales al servicio de un país de forma opaca, división en la cohesión social en el país enemigo y en países aliados con la intencionalidad del alineamiento de la sociedad aliada para que vaya en contra de la sociedad del país enemigo diana ( rusofobia, xenofobia, fobia migrante…).

Esta última metodología de descohesionar a la sociedad tiene como finalidad la de crear dificultad en la toma de decisiones de un gobierno soberano y al mismo tiempo de crear desmoralización y división en la sociedad diana.

Estamos viviendo en primera persona todos estos acontecimientos a través de los medios informativos convencionales y también a través de las poderosas redes sociales.

Hemos visto como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, decía en los medios televisivos que “los rusos se llevaban las lavadoras para coger los microchips” porque su país no los fabricaba. Un chip de lavadoras no sirve para crear un dron o un misil.

La empresa rusa Rostec está compuesta por más de 600 entidades compuestas en tres grandes Holdings: Aviación, electrónica, armamento y otras empresas. No hay duda que es una guerra híbrida y que Rusia deberá seguir su andadura tecnológica sola o bien con sus aliados para no perder el tren tecnológico, como lo ha hecho China. Tiene su propia estación espacial y fabrica sus propios “chips”.

La religión se ha usado como factor motivador de las tropas. Hemos visto como la guerra de los cien años fue una transición del teocentrismo al antropocentrismo, un cambio de concepción ideológica y de tránsito de la edad media a la edad moderna, una lucha de poder entre familias europeas por no perder sus tierras y su vasallaje, una guerra de alianzas y de rutas económicas que alimentaban las arcas de la nobleza y que se iba conformando el concepto de nacionalidad.

También, la guerra de los treinta años supuso el establecimiento de nuevas naciones y de luchas por la posesión de rutas comerciales.

El lema del reino de Prusia fue “Dios está con nosotros” desde 1701 hasta la unificación alemana y del imperio alemán hasta 1918. Las fuerzas policiales alemanas lo usaron hasta 1970.

Antes, el mismo lema, fue utilizado por el imperio romano, imperio bizantino y la orden teutónica de 1198.

Hasta fue utilizado por el propio rey sueco, Gustavo II Adolfo, y el grito de guerra de sus tropas. Las unidades de la Wehrmacht también usaban el mismo lema en sus hebillas durante la segunda guerra mundial con las atrocidades genocídicas que cometieron en el frente oriental.

Mi intención no era otra que demostrar que nunca han existido guerras religiosas en el continente viejo ni en ningún otro punto de nuestro “planeta azul”. Y por supuesto, no he querido entrar con un rigor histórico en las sucesivas guerras que se han ido transmitiendo desde el continente europeo a otros continentes.

Ni siquiera las cruzadas podemos considerarlas “guerras santas”, se apeló a la religión para tocar la “fibra moral “de los contendientes. Jerusalén, era una ciudad estratégica de rutas comerciales que conectaban con la “ruta de la seda” de Marco Polo.  

Mi interés y objetivo de este artículo divulgativo ha sido como ha evolucionado la terminología nosológica para determinados trastornos que resultan de estados de observación por parte de los clínicos según los momentos históricos y como los movimientos de personas y grupos sociales reivindicativos han repercutido para la aceptación de determinados trastornos mentales que han padecido miles de víctimas militares y civiles tanto en tiempos de guerra como en tiempos de paz o debido a los desplazamientos forzosos debido a las vivencias estresantes en las experiencias de sus vidas.

Tal ha sido la importancia de estos movimientos sociales, científicos y feministas para influenciar en la investigación, después de la guerra del Vietnam, para llegar al término nosológico de Trastorno de Estrés Postraumático.


 

Conclusión.

 

Podemos concluir, que la guerra de los cien años fue un salto de la concepción teocrática al antropocentrismo, la confrontación del derecho consuetudinario y la independencia local frente al derecho romano y el centralismo.

Un enfrentamiento de independencia de los territorios de los principados frente a los de la corona y establecer dominio en las rutas comerciales.

Nace el concepto de nación y de estado, que tiene su auge después de la guerra de los treinta años.

La terminología médica a lo largo de las guerras fue cambiando de una terminología médica-psiquiátrica a una terminología psicológica. El daño no era físico sino mental. Se van a tener en cuenta los diagnósticos más allá de los descritos por Galeno.

Fue la psiquiatría rusa la que fue a la primera línea de combate en ocasión de la “guerra o batalla del Japón” en 1904-1905 donde se dan las descripciones más exactas y científicas de los trastornos y estados mentales que padecían la oficialidad y las tropas de combate.

Este hecho se realizó por dos motivos: la lejanía de los hospitales y la realización del “screening” de los heridos leves a los mas graves. Los leves podrían seguir combatiendo y los graves se trasladaban a otras líneas de la retaguardia para ser atendidos.

Es lógico y sincrónico que la nomenclatura nosológica médico psiquiátrica haya evolucionado y que el empleo de determinadas expresiones dentro de la jerga médica y de la enfermería hayan empleado expresiones distintas para designar un mismo estado emocional o la misma presentación de signos clínicos para clasificar un mismo trastorno.

Entre estas expresiones tenemos: síndrome de vent du boulet o viento de bala de cañón, síndrome del salmón, fatiga de combate, Shell-Shock que evolucionó mas tarde en Neurosis de Guerra, síndrome del vietnam, etc.

Pero lo realmente llamativo, ha sido la designación médico militar EE. UU para clasificar a sus heridos de guerra con la terminología abreviada del término LMF o Falta de Fibra Moral.

Este término de clasificación determinaba recibir pensión o no, recibir ayuda médica o no, y hasta incluso podían recibir un juicio sumarísimo de consejo de guerra por cobardía.

Recordando esta terminología médica se me vino a la memoria cuando realicé el servicio militar obligatorio en el año 1983. En una de las hojas de la cartilla militar hay una referencia al concepto que he merecido a mis antiguos jefes. Este concepto evalúa los siguientes apartados: aptitud profesional, espíritu militar, concepto moral, policía y conducta. Esta cartilla militar tenía que ser firmada cada período de tiempo como reservista hasta la finalización del estado de reserva en el año y licencia absoluta que fue en 1995.

Esto quiere decir, que nos encontrábamos en un “estado total de guerra” o bien que se aplicaban leyes desde 1968. El caso es que el tema del servicio militar obligatorio está otra vez en el candelero de la discusión o del debate nacional.

Mi opinión particular es que el servicio militar sea profesional, democrático e igualitario entre hombres y mujeres sin discriminación alguna por sexo, raza o religión o cualquier otra condición social, ideológica o de opinión (Lacam).

No obstante, no todas las personas son aptas para el servicio militar ya sea obligatorio o voluntario.

Los primeros en realizar clasificaciones psicológicas fueron los EE.UU. con sus famosos test psicológicos y con el primer catedrático de psicología del mundo, Cattell.

Su empleo fue masivo en la Gran Guerra con los famosos test alfa y test beta. Mas de dos millones de reclutas pasaron por estos test. Luego se aplicaron en más campos de la sociedad como la educación, la industria, en ventas, en la evaluación de programas etc. (Nava, 1999).

Para terminar este artículo de divulgación que no ha tenido otra intención que intentar demostrar que no han ocurrido guerras por motivos religiosos, sino que se ha usado la misma para levantar la moral de las tropas.

Y que la terminología médica-psiquiátrica y la psicológica ha evolucionado gracias a la investigación científica y a los movimientos sociales que ocurrieron en el siglo pasado.

Ha tenido y sigue teniendo una gran influencia en nuestra sociedad porque no solamente se aplican en el campo de batalla sino también en otros campos políticos sociales como la manipulación psicológica de las masas a través de la propaganda política.

Podemos establecer que la guerra ha transformado a la psiquiatría médica no solamente en la recuperación de los pacientes sino desde el momento que se utiliza el psiquismo no solamente en la selección de reclutas o de batallones o brigadas que tienen que entrar en primera línea de combate debido al nivel de su estado de moral combativo de ese momento como se empleó en Birmania (Lacam).La psiquiatría entra sus escarceos en La Psicología de Grupos

 

 

 

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