Artículos de Divulgación Científica

martes, 6 de abril de 2021

 

El Contagio de Las Mentes Humanas en las Masas. David Heredia Delgado ( Psicólogo Sanitario).




 

Introducción

Actualmente, estamos viviendo una alarma sanitaria declarada pandemia por la OMS el día 11 de marzo de 2020. No es la primera vez que se declara una pandemia sanitaria.

Tenemos antecedentes históricos de pandemias y de alarmas sanitarias a lo largo de nuestra historia: “gripe española”, “ gripe aviar”, “peste”…

Como en todas las crisis, sean de la índole que sean, siempre convienen a determinados grupos de poder, el control y la manipulación de las masas, ya sea, para un beneficio de la colectividad o bien para el beneficio partidista de un determinado grupo social, económico o político.

En mi artículo corto de divulgación “ Antecedentes históricos de las medidas de salud basadas en el confinamiento en España” mencioné de forma muy somera la creación de bulos y desinformaciones que ocurren y han ocurrido en toda crisis.

Lord Arthur Ponsonby, en su libro Falsehood in wartime: Propaganda lies of the First World War (Falsedad en tiempos de guerra: las mentiras de la propaganda durante la Primera Guerra Mundial) denunciaba toda la información de mentiras y propaganda que había circulado por la prensa de los países en contienda durante la Primera Guerra Mundial (1).

 

Diferencia entre Propaganda y Publicidad.

Hay autores que diferencian propaganda del discurso político. La propaganda no admite debate, anula la participación de otros interlocutores.

 La propaganda capta, toma y adquiere nuevos seguidores, arrebatando una parte importante del individuo tomado como parte individual dentro de una masa o muchedumbre.

 Podemos decir, que la propaganda crea una realidad vivida en el individuo tomado de forma aislada como parte creada por otro agente social (2).

 

 

La diferencia de estos dos autores es que para Ponsonby la propaganda instruía la mente del individuo mientras que para el filósofo francés Ellul, consiste en que crea la mente en el individuo.

No obstante, la propaganda va buscando la adhesión de individuos que piensen de igual forma, no admitiendo debate ni discusión posible. Sus pretensiones van más allá de la pura instrucción, convirtiéndose en un arrebatamiento de la conciencia del individuo (4).

La propaganda consiste en difundir una doctrina o idea apelando a la conciencia de las personas sin tener un fin económico mientras que la publicidad apela a las necesidades de las personas o creando unas necesidades de consumo de bienes o de servicios bajo un interés puramente económico.

Ambas, tienen en común la utilización de los medios de comunicación para poder llegar a sus receptores, utilizando los conocimientos teóricos de la psicología y de los medios técnicos tecnológicos a su alcance (publicidad subliminal) manejando un lenguaje atractivo y sugerente que llegue a sus posibles candidatos-receptores para poder influir en sus decisiones y deseos.

 

Tipos de Propaganda

 

Antes de establecer los tipos de propaganda, debemos establecer la definición de propaganda como «Acción o efecto de dar a conocer algo con el fin de atraer adeptos o compradores» según el diccionario de la Real Academia Española.

La propaganda ha servido y sigue sirviendo para el control y manipulación de las masas. Tener el control de las masas significa tener el control del poder o bien de obtenerlo. 

Se ha aplicado desde tiempos inmemorables. Sin embargo, su desarrollo se ve potenciado con las dos guerras mundiales y posteriormente en la denominada “guerra fría”. Este desarrollo contribuyó al nacimiento de “las técnicas de propaganda” y al surgimiento de la “ingeniería social”.

Uno de los fines de la propaganda es motivar a los adeptos o a las personas afines a un determinado grupo social, económico o bien político.

Sin embargo, también, la propaganda está concebida para desmotivar, desconcertar, crear incertidumbre, alarmar, desalentar, crear caos, provocar crisis económica, crisis de valores y crear nuevos adeptos.

Para ello, se valen de determinadas estrategias y técnicas comunicativas con el fin no solamente de captar la atención de los receptores sino de dañar al objeto o grupo diana.

Podemos establecer tres tipos de propaganda:

-       PROPAGANDA NEGRA: Se caracteriza por tener un origen confuso e ignorado porque no deja rastro. En un principio no podemos afirmar claramente y con certeza quién la ha realizado porque se mantiene el anonimato de la fuente emisora.

Se caracteriza porque tiene por objeto atacar la vulnerabilidad del objeto diana como por ejemplo una normativa impuesta por el Gobierno.

Es sumamente peligrosa porque primeramente circula en determinados sectores partidistas o grupos sociales políticos, no solamente para entretener a sus receptores sino para desbastar el ánimo y la moral del objeto diana, para desencantar a los receptores alineados al grupo contrario y por supuesto para elevar el ánimo y la moral de los individuos adeptos a la fuente emisora y crear nuevos adeptos.

Las consecuencias que generan pueden ser devastadoras puesto que generan desencanto en los receptores alineados al objeto diana y en algunos malestar emocional y crispación. Perturba el orden establecido, creando un clima de crispación, disgusto y disforia. En definitiva, su intención es cambiar las emociones y sentimientos de los receptores con la finalidad de cambiar y transformar sus pensamientos y sus acciones.

 

PROPAGANDA BLANCA: La propaganda blanca se distingue de la negra en lo siguiente:

·         Se conoce el origen de la fuente.

·         Se conoce el emisor de la fuente.

·     Tiene semejanzas con la publicidad, aunque la propaganda siempre es política y religiosa, la publicidad es comercial. Se vale de los sentimientos de las personas y de los miedos enraizados. Puede ser tan peligrosa como la propaganda negra.

Y la combinación de ambas puede constituir un verdadero atentado contra el orden establecido. Joseph Goebbels dijo: “ Una mentira dicha mil veces, se convierte en verdad”. (3)

Hoy en día, la publicidad se asemeja mucho a la propaganda puesto que busca afiliación a la marca y muchas de sus técnicas se extrapolan del plano ideológico al económico para poder realizar “guerras comerciales”.

Y, por último, debemos referirnos a la “propaganda gris”. Hay autores que no mencionan la propaganda gris porque mantiene similitudes con la propaganda negra.

-       PROPAGANDA GRIS: La propaganda gris igual que la propaganda negra intentan ocultar la fuente del emisor. Sus pretensiones son más sutiles que la propaganda negra puesto que pretende visualizar su mentalidad a través de contenidos desinformantes y distorsionadores de la información que emana de una determinada fuente, siendo muy difícil de validar o que son falsas de forma inmediata.

Es la forma más deshonesta de realizar una propaganda. El contenido de sus informaciones suele estar encubierto. Se valen de personajes mediáticos o bien utilizan otros personajes que produzcan el “efecto halo” o bien que produzca el “efecto autoridad”.

Su intención “maquiavélica” intenta tocar las emociones y sentimientos de los receptores, manipulando las conciencias individuales para crear “un contagio” colectivo en la masa social con resultados positivos en la intencionalidad de la fuente de origen.

De esta forma, crean una manipulación consciente e inteligente sobre los hábitos y opiniones de las masas de este siglo XXI, cada vez más dependiente del internet y de las redes sociales internautas con información al instante, en lugares muy distantes y con la mayor rapidez. Se crea un cuarto poder fáctico, el “poder de la información” y “de la contrainformación o desinformación”.

 

 

Distinción entre Multitud y Masas.

La multitud es un conglomerado de personas individuales que se caracterizan por su heterogeneidad, no tienen una relación de intereses comunes, se mantiene en el anonimato y no poseen una unificación de pensamientos. La multitud es una reunión de personas que se encuentran reunidas sin un objetivo común en un principio, prevaleciendo el pensamiento individual.

En cambio, “la masa” se caracteriza por su pertenencia al grupo guardando el anonimato “individual” y prevaleciendo la identidad grupal. Este hecho da una sensación de poder e invencibilidad entre los miembros de la multitud que se caracteriza por tener un fin común unidos por el mismo pensamiento.

La sensación de poder e invencibilidad por el hecho de estar en un grupo cohesionado y entitativo ( percepción de pertenencia a un grupo con una entidad formada por miembros semejantes y próximos espacialmente que tienen un destino común) provocan un “contagio mental” de ideas y de sentimientos. dando como resultado comportamientos y actitudes muchas veces depravados y reprochables que en circunstancias y de forma individual quizás no se hubieran mostrado.

Por tanto, podemos definir “la multitud” como una unidad de experiencias emocionales individuales que conforman la muchedumbre.

En cambio, la masa tiene en común con la multitud su anonimato y su heterogeneidad social. Sin embargo, se diferencian por la preocupación de algún acontecimiento nacional compartido.

Al mismo tiempo, son capaces de sugestionarse entre sus integrantes, generando comportamientos y actitudes que tienen en común sus ideas compartidas.

 

 

Matices de Interpretaciones Teóricas.

Le Bon, en su libro “ Psicología de las Masas”(1895), resalta la personalidad de las masas como un desvanecimiento consciente individual generando un alma colectiva” (4).

El individuo dentro de la multitud adquiere un sentimiento de invencibilidad y de poder. A juicio de Le Bon, en el individuo como masa desaparecen las adquisiciones singulares e individuales, aflorando por ello el “inconsciente racial” o como lo denomina Carl Gustav Jung “el inconsciente colectivo”.

Entendiendo ambos términos como estructuras arquetípicas de la mente humana que surgen del inconsciente compartido por los miembros de una misma masa. Conllevando a la homogenización del sustrato común de todos los individuos y a la institucionalización de un carácter promedio de los individuos.

Freud, haciendo referencia a Le Bon, que presupone la adquisición de nuevas propiedades en los individuos cuando forman parte de la masa, propiedades que no hubiesen adquirido de forma individual. Donde la masa no es igual a la suma de los individuos. Su consciencia individual queda difuminada, esfumada en un “alma colectiva” donde prevalece el consciente social y colectivo al consciente individual.

Para ello, Sigmund Freud, propone varias causas:

-       El individuo dentro de la masa adquiere un sentimiento de poder y de invencibilidad que le permite entregarse a instintos inconscientes que de encontrarse solo los hubiera reprimido o sujetado. A este sentimiento de ser invencible bajo el anonimato de la multitud se suma otro sentimiento de irresponsabilidad. El individuo no reprime sus pulsiones instintivas.

 

-       Otra característica diferenciadora entre Le Bon y el padre del psicoanálisis es el contagio de los individuos cuando se encuentran en multitud. Le Bon, lo explica como una alteración en los sentimientos y actos a través de fenómenos hipnóticos que pueden conducir al sacrificio del interés personal en nombre del interés colectivo. No haciendo mención del “hipnotizador”. El individuo cae en los efluvios del consciente de la masa con la abnegación de su voluntad, siendo arrastrado a la voluntad de la masa psicológica.

 

-       Otra característica diferenciadora es que el individuo dentro de la multitud en una masa organizada adquiere propiedades y valores distintivos a el sujeto individual fuera de la masa (4). Sin embargo, para Freud y Mac Dougall no es que el ser humano adquiera nuevas propiedades dentro de la masa, sino que ya posee esas propiedades innatas hereditarias de forma filogenéticas (5).

 

-       El carácter gregario del ser humano de eliminar todo lo novedoso o contrario al grupo, a la multitud y a la masa. Su tendencia a la homogenización Conducidos por el consciente “psicológico de masa”, cuando el hilo conductor puede ser otro individuo conduciendo a la masa a la uniformidad de los actos y de los afectos, bajo la acción de los efluvios sugeridos por la masa, el individuo como masa, como unidad se deja arrastrar a un debilitamiento de los afectos. Produciéndose una verberación a lo que no resulta afectivo conllevando un cambio en sus emociones, actitudes y comportamientos.

 

 





Reflexiones

Hemos visto a través de los medios de comunicación y en directo como las muchedumbres son conducidas e incitadas a tomar e irrumpir una sesión parlamentaria en el capitolio. No se trataba de una película de ciencia ficción. Se trataba de una masa organizada cuyo objetivo era irrumpir un debate político y la investidura del nuevo presidente electo de EE.UU Joe Biden.

No solamente ha habido concentraciones de masas protestando en EE.UU sino en Europa y en España. La pregunta es en qué se parecen esas masas y cuáles han sido sus hilos conductores y sus pretensiones.

Obviamente, no han sido sus pretensiones iguales en las distintas concentraciones de masas y sus reivindicaciones. Pero podemos decir que el hilo común es el no acatamiento a las normas vigentes.

En EE.UU, conducidos por su líder, la denuncia de fraude electoral que no prosperó en los tribunales. Vivimos como su líder proclamaba que la lejía era eficaz para no contraer el covid-19 y a las pocas horas las urgencias de los centros hospitalarios asistían a cientos de personas.

En el Japón, Kioto, un alto cargo gubernativo clamaba que la “ Betadine” era eficaz contra el covid-19, en pocas horas las farmacias estaban desabastecidas. Los rumores se propagaban más rápidos que los contagios producidos por el covid-19.

En España, bajo la corriente negacionista y la crisis económica ocasionada por la pandemia del covid-19, se convocaron manifestaciones en todas las ciudades capitalinas en contra del gobierno y de las medidas establecidas. Provocando contagios mentales ante las medidas impuestas por los organismos gubernamentales.

Estamos asistiendo una era como los medios de comunicación mediática pierden su carácter objetivo. Formando parte del partidismo ideológico de algunos poderes sociopolíticos–económicos de nuestra sociedad, perdiendo la objetividad y veracidad de los hechos sucedidos. Nos encontramos en una sociedad inmersa en bulos maliciosos con intenciones puramente alienantes y desestabilizadoras a toda conciencia humana.

Se tratará de arrebatar la conciencia y el libre albedrío de la voluntad de las personas y del ser humano. El ser humano será capaz de discernir lo que es alienante de lo que no es alineado. Dejará de ser un individuo de libre albedrio cuando uno de los factores que han influido en nuestra perpetuidad como especie ha sido nuestra socialización y vivir en comunidad.

 

 

 

 

Referencias bibliográficas.

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1.

PONSONBY A. Falsehood in Wartime: Propaganda Lies of the First World War. Londres: George Allen & Unwin LTD; 1940.

2.

ELLUL J. Propaganda: the Formation of Men’s Attitudes. New York: Vintage Books; 1973.

3.

Llaneza PÁ. Instituto Español de Estudios Estrategicos. [Online].; 17 de mayo de 2019. Available from: http://www.ieee.es/.

4.

Le Bon G. La psicología de masas; 1895.

5.

Flores J. La Psicología Social de Mac Dougall Universo , editor. Santiago- Chile_; 1930.

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